Hulyet, hulyet, beyze vintn

Una canción yiddish de resistencia

"¡Hulyet, hulyet, beyze vintn!" (¡Arriba, arriba, vientos huracanados!) es una de las canciones más conmovedoras y populares entre los reclusos de los guetos judíos durante el Holocausto, a pesar de que sus orígenes son anteriores a la época nazi. Este artículo explora la historia y el significado de esta notable pieza de la literatura y la música yiddish.

El poema que se convertiría en "Hulyet, hulyet, beyze vintn!" se titulaba originalmente "Tsum vinter" (Al invierno) y fue escrito por el famoso poeta ídish Avrom Reyzen (1875-1953). En sus memorias, "Epizodn fun mayn lebn" (Episodios de mi vida), Reyzen relata cómo las escenas de extrema pobreza en el invierno de 1900 le impulsaron a escribir esta evocadora obra.

El poema fue musicado por el compositor Mikhl Gelbart, que lo publicó para coro mixto. Las partituras fueron editadas por Jos. P. Katz en Nueva York en 1916 y por Y. Glatshteyn en Varsovia en 1918.

La canción pinta un paisaje sombrío asolado por vientos implacables, y originalmente concluía con los versos desesperados, "El invierno durará mucho tiempo, / ¡el verano todavía está lejos!" Sin embargo, el mensaje de la canción evolucionó con el tiempo, reflejando la resistencia y la esperanza de sus cantantes.

El líder del Partido Laborista Judío, A. Litvak, seudónimo de Khayim Yankl Helfand (1874-1932), recuerda que en 1904-1905, los propios trabajadores cambiaron las líneas finales para expresar la esperanza de que sus penurias terminarían: "El invierno no durará mucho, el verano no está lejos." Esta alteración demuestra cómo la canción se convirtió en una entidad viva, que respiraba, adaptándose a las necesidades y aspiraciones de los que la cantaban.

En el gueto de Varsovia, "Hulyet, hulyet, beyze vintn!" adquirió un nuevo significado. Chana Krystal-Fryshdorf, una luchadora del Levantamiento del Gueto de Varsovia, describió una reunión cultural en el gueto en la que Virovski, un conocido activista bundista y profesor, recitó el poema de Reyzen. En particular, la recitación de Virovski incluyó los optimistas versos finales, mostrando cómo la canción continuó evolucionando y proporcionando esperanza incluso en las peores circunstancias.

Moses Pergament compuso "Una canción de invierno," en 1914, al estallar la Primera Guerra Mundial, tras finalizar sus estudios en el Conservatorio de San Petersburgo. Pergament revisó esta pieza en 1948, después de la Segunda Guerra Mundial.

El impacto duradero de "Hulyet, hulyet, beyze vintn!" queda patente por su inclusión en "Pearls of Yiddish Poetry," un compendio recopilado por Eleanor Gordon Mlotek y Joseph Mlotek. Esta colección, publicada por el Workmen's Circle/Arbeter Ring, recoge el rico patrimonio cultural de la poesía y la canción yiddish. Puede escuchar una grabación de esta canción interpretada por Dan Rous y La Nueva Coral Yiddish on SaveTheMusic.com

"¡Hulyet, hulyet, beyze vintn!" sigue siendo un poderoso símbolo de la resistencia judía y de la fuerza perdurable de la cultura ídish. Desde sus orígenes en la pobreza de principios de siglo hasta su papel como faro de esperanza en los días más oscuros del Holocausto, esta canción sigue conmoviendo e inspirando, tendiendo puentes entre generaciones y preservando una parte crucial de la historia y la identidad judías.