James Simon

El Dr. James Simon nació en Berlín el 29 de septiembre de 1880. Fue pianista, musicólogo y compositor y recibió una sólida formación. En la Musikhochschule tuvo de maestros a Max Bruch (en composición) y a Conrad Ansorge (en piano). En Munich, escribió su tesis doctoral, Abt Voglers Kompositorische Werke (1904), y luego la obra Faust in der Musik (1906), publicada en una serie de estudios musicológicos y editada por Richard Strauss.

De 1907 a 1919, Simon dio clases en el Conservatorio Klindworth-Scharwenka de Berlín. Tuvo gran actividad como pianista a lo largo de toda su vida: dio recitales como solista y tocó música de cámara. Como prolífico compositor de Lieder probablemente acompañó muchas veces a los cantantes en los recitales. El escritor de las siguientes líneas era muy cercano al tío de Shoshana Heyd y estudió piano con él por algunos años. En conversación con Shoshana le comentó:

Le tenía mucho afecto y una gran admiración… y recuerdo muy bien sus conferencias y sus clases de piano. Era un docente maravilloso… Recuerdo a James Simon la vez que toqué una fuga de Bach. Me dijo: "debes tocarla como si hubiera empezado en épocas anteriores; no como si se iniciara ahora, sino como si fuera de eternidad en eternidad”.

Shoshana, recordaba sus recitales de Berlín y que le gustaba tocar Chopin, Brahms y Beethoven particulamente, pero también se acordó de sus conferencias sobre óperas de Mozart y cantatas de Bach. En una conversación similar, el Prof. Ulrich Simon (el hijo de James Simon) habló de su padre y dijo que pertenecía a una típica “familia judía adinerada, liberal y consolidada". Según su hijo, James vivía en un mundo de fantasía, como Alicia en el país de las maravillas. Era bastante conservador en sus gustos musicales y, si bien admiraba el pensamiento estético musical de Feruccio Busoni, el famoso pianista y compositor, mantuvo distancia no sólo de Schoenberg y sus seguidores sino también de Mahler. Ulrich destacó que su padre, aunque visitaba la sinagoga dos veces al año, era

"muy alemán realmente. Y luego... para mí, se convirtió en el gran custodio del repertorio clásico alemán, especialmente de Bach y Mozart. Ésa era su vida realmente".

Para su hijo, la particular visión del mundo de James era la clave de su existencia y no podía registrar lo que pasaba a su alrededor. Simon se apoyó en sus composiciones, su desempeño, sus conferencias y escritos para crear, recrear y extrapolar su arte, el cual compartió con su público.

Cellist David Rezits and Pianist Galit Gertsenzon

Courtesy of Galit Gertsenzon
Video: https://www.youtube.com/watch?v=M_CJzUa-W74

Piano, Galit Gertsenzon

Courtesy of Galit Gertsenzon

Pianist Galit Gertsenzon

Courtesy of Galit Gertsenzon

Pianist Galit Gertsenzon

Courtesy of Galit Gertsenzon

Si bien James Simon era indudablemente conservador como compositor, escribió mucha música hermosa y era un músico consumado. Escribió aproximadamente un centenar de canciones, entre ellas varias canciones muy bonitas. Las mejores siguen la gran tradición de Beethoven, Hugo Wolf y Richard Strauss. Su Sonata, op. 9, para violonchelo y piano, le debe mucho a la influencia de Strauss. Su única ópera, Frau im Stein (1925), basada en la obra de Rolf Lauckner con el mismo nombre y subtitulada como Drama für Musik (1918), se interpretó sólo una vez y fue publicada por Universal Edition en Viena. Muchas de sus obras más largas, incluyendo las composiciones orquestales, cuartetos de cuerdas y una cantata, Ein Pilgermorgen (1929-1930), para soprano, tenor, barítono, coro y orquesta (Rilke), permanecen en manuscritos y nunca se interpretaron. En un concierto de la Jüdischer Kulturbund (“Asociación Cultural Judía”), que tuvo lugar en el Teatro Berliner el 17 de junio de 1934, la Kulturbund y su Coro de Ópera presentaron obras de Orlando di Lasso, Hans Leo Hassler, Felix Mendelssohn-Bartholdy, Robert Schumann, Johannes Brahms, Israel Brandmann, Moritz Goldstein y James Simon. Allí se llevó a cabo el estreno mundial de la adaptación del Salmo 137 de Simon, que recibió comentarios positivos por parte del Dr. Ludwig Mioch en el Gemeindeblatt el 7 de julio de 1934: "Este grupo fue precedido por el Salmo 137 en una composición verdaderamente sensible e inteligente de James Simon, la cual fue estrenada en esta ocasión".

Sin embargo, el compositor no estuvo presente en aquella ocasión, pues ya había abandonado Berlín en 1933, instalándose en Zúrich. Durante su breve visita a Tel Aviv y Jerusalén en 1938, compuso un Lamento en estilo yemenita para violonchelo y piano en memoria de su hermana. Dio un recital de piano en una casa particular y presentó una conferencia sobre la música en la Biblia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, hablando en alemán. De regreso a Europa, Simon fijó su residencia en Amsterdam. Aunque su vida allí fue muy difícil, continuó tanto con la composición como con la interpretación, incluyendo emisiones radiofónicas, una de las cuales incluía a Scarlatti, Martini, Haydn, Mozart y Beethoven. Intentando por todos los medios que sus Danzas Sinfónicas fueran programadas por la Orquesta del Concertgebouw, finalmente fueron aceptadas, pero aún no programadas, cuando comenzó la guerra y se prohibieron las obras de compositores judíos. La obra nunca llegó a interpretarse. Simon se unió a la conocida violinista Alma Rosé en un recital el 24 de agosto de 1941 en el Ontspanningsgebouw de Ámsterdam, que incluía la Sonata Primavera de Beethoven, un grupo de piezas para piano de Mendelssohn, la gran Fantasía, op. 159 de Schubert y piezas cortas de Paganini-Přihoda, Dvořák, Anton Rubinstein, Debussy y Pablo de Sarasate.

A fines de marzo o a principios de abril de 1944, Simon fue enviado a Westerbork, y el 4 de abril fue uno de los miles de reclusos que fue deportado al campo de Terezín (o Theresienstadt). Simon entró rápidamente en la vida musical del gueto. Dio recitales y varias conferencias. Si bien es bastante probable que haya escrito otras obras allí, ninguna sobrevivió. Sin embargo, el 9 de julio de 1944, adaptó el Salmo 126 para el Coro Durra de Karel Fischer y entre julio y octubre se interpretó siete veces en Theresienstadt. Además de enumerar sus temas de conferencias, que incluía la Música en la Biblia, cerró el círculo que había abierto con la adaptación del Salmo 137. Como muchos de sus colegas músicos del gueto, James Simon también preparó una partitura de souvenir para Karl Herrmann: 

Dedicado a Karl Herrmann. "Haz obras honradas y tírarlas al mar". Según este proverbio árabe actúas de acuerdo con tu modesta predisposición para ayudar, por lo que deseo darte las gracias. [En la apertura de la melodía, Simon dedicó su texto, el comienzo del Salmo 126.] “Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion…”. El Dr. James Simon desde Berlín, Theresienstadt, el 21 de septiembre de 1944.

El 12 de octubre fue trasladado a Auschwitz, donde murió poco después de su llegada en una cámara de gas.

Por David Bloch

Referencias

Prof. David Bloch is founder-director of the Terezin Music Memorial Foundation in Israel.