Emil F. Burian

A fines de abril de 1945, los nazis tenían claro que habían perdido la guerra. Eliminaban campos de concentración y los reclusos eran asesinados o enviados a marchas de la muerte sin alimentos, agua o ropa adecuada. En el campo de concentración de Neuengamme, como en otros campos de concentración nazis, con el caos de esos últimos días muchos otros miles de prisioneros encontraron la muerte. Emil Burian, el compositor, escritor y músico checo de izquierda, fue uno de los tantos reclusos enfermos y debilitados del campo principal que los nazis tenían que hacer desaparecer. Algunos fueron obligados a abordar el remodelado trasatlántico “Cap Arcona". El buque, liberado en el agua, serviría como blanco ideal para los ataques aéreos aliados. Burian, atascado con los otros prisioneros en diminutas cabinas sin comida ni agua, hizo lo que había hecho en muchos campos y prisiones los últimos cuatro años: escribió y compuso un extenso poema acerca de Praga y las glorias del socialismo y el Ejército Rojo. Mientras los aliados sobrevolaban la zona, Burian recitó su poema a los hombres que estaban en su camarote. El 3 de mayo aviones británicos y estadounidenses atacaron el buque sin saber quién estaba a bordo. Los que lograron nadar hasta la orilla fueron fusilados por oficiales de las SS que estaban a la espera. Entre los pocos cientos que sobrevivieron estaba Burian.

Ese escape fue uno de los tantos roces con la muerte que el artista checo tuvo a lo largo de su complicada vida. Nació el 11 de junio de 1904 en la ciudad de Pilsen en una familia de músicos. Su padre era un famoso barítono; su madre, soprano; y su tío, un tenor reconocido. Desde muy joven tuvo contacto con el jazz y con la música clásica y de vanguardia. Además estudió composición en Praga. Durante la década de 1920, se mostró cada vez más interesado en el teatro y también se unió al Partido Comunista. Convencido del poder del teatro como una oportunidad para hacer crónicas políticas, fundó el grupo de interpretación experimental “Tam-Tam". Cuando los nazis llegaron al poder en Alemania, sus escritos se tornaron cada vez más nacionalistas y anti-fascistas. Después de la ocupación de Checoslovaquia, se volvió un crítico abierto e incentivó a sus compatriotas a resistir a los nazis.  

El 12 de marzo 1941 Burian fue detenido por la Gestapo, que destruyó muchos de sus escritos y composiciones. Juzgado por "conspiración contra el Reich alemán”, él y los demás trabajadores de su teatro fueron deportados. Pasó el año siguiente pasando de prisión en prisión, donde constantemente le asignaban celdas pequeñas, poca comida y las tareas más duras. Ya estaba débil en el momento de su detención y de no haber sido por la intervención de varias organizaciones de prisioneros e individuos habría muerto rápidamente. En las celdas de prisión y en las barracas, organizaba programas de educación políticos, enseñaba canciones revolucionarias y compartía su fe en el poder del Ejército Rojo.

En junio de 1941, Burian fue trasladado a Dachau, donde le encomendaban tareas especialmente duras. Logró sobrevivir tras generar una relación con el kapo alemán del grupo, un gran amante de la música que le pedía a Burian que le hiciera compañía con la armónica. A cambio de estas actuaciones, Burian recibía suficiente comida adicional para sobrevivir. Frecuentemente recitaba, cantaba y escribía textos para sus compañeros de prisión. Sin embargo, a pesar de que estuvo en Dachau por más de un año y se mantuvo en contacto con muchos músicos, nunca pudo obtener la categoría de ‘destacado’ musical y no lo convocaron para la orquesta del campo. No obstante ello, cantaba con la banda de jazz.

A principios de agosto 1942 Burian fue trasladado de Dachau a Neuengamme. Inicialmente su situación mejoró: consiguió trabajo en una fábrica de armas y allí tenía el apoyo de otros prisioneros checos. Como era bueno en lo que hacía y había gente dispuesta a cubrirlo, consiguió algo de tiempo libre para aprender francés y escribir poesía. También se unió a un grupo de conspiradores checos que participaban de actividades culturales y actos de resistencia. Los fines de semana los destacados del campo organizaban fiestas donde la banda del campo debía tocar; Burian fue presionado para participar como pianista, un trabajo que él consideraba prostitución. Además de estas interpretaciones obligatorias para los guardias y las elites, Burian con frecuencia tocaba en las barracas. Presentaba material que incluía canciones izquierdistas de “La opera de los tres centavos”, que fue particularmente popular entre los alemanes antifascistas. En 1944 compuso una pieza para el festival de Navidad, que incluía un gran coro y una orquesta de cuerdas de veinte instrumentos. Fue un éxito y abrió con la frase:

Nuestro pan de cada día es un pan duro, sabe a sangre, sudor y lágrimas. ¡Cuando estamos rodeados de trabajo, comemos en silencio y rápidamente molemos con los dientes nuestro pan de cada día! Nuestra rodaja de pan.

Burian también se acompañaba con el piano, cantaba canciones en francés y componía canciones que interpretaba con otros músicos del campo. Desafortunadamente, todos esos textos se perdieron con el hundimiento del buque Cap Arcona.

Después de la guerra, Burian comenzó a trabajar con éxito como director, actor, músico, compositor y editor. Falleció en Praga el 9 de agosto de 1959. 

Referencias

Kuna, M., 1993. Musik an der Grenze des Lebens: Musikerinnen und Musiker aus Böhmischen Ländern in Nationalsozialistischen Konzentrationslagern und Gefängnissen, Frankfurt/M.: Zweitausendeins.  

Peterson, P. ed., Zündende Lieder - Verbrannte Musik: Folgen des Nazifaschismus für Hamburger Musiker und Musikerinnen, Hamburg: VSA-Verlag.  

Stompor, S., 2001. Judisches Musik- und Theaterleben unter dem NS-Staat, Hannover: Europaisches Zentrum fur Judische Musik.

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