Algunos años más tarde, en 1926, la compositora antepuso el nombre de su difunto marido al suyo propio, pasando a llamarse Albert Maria Herz, con el fin de ayudarla a hacerse un hueco en su profesión, dominada por los hombres. Tras la muerte de su marido, Maria reanudó sus clases de composición, primero con August von Othegraven (1864-1946) y Hermann Hans Wetzler (1870-1943), y a partir de 1927 con el distinguido compositor Philipp Jarnach (1892-1982). Sus nuevas obras comenzaron a interpretarse con regularidad, culminando con el estreno de los Cuatro pequeños movimientos orquestales op. 8 el 15 de octubre de 1928 en el Gürzenich de Colonia bajo la dirección de Hermann Abendroth.
De 1920 a 1935 fue su periodo creativo más fructífero, durante el cual produjo un notable corpus de composiciones. Maria Herz mantuvo un animado intercambio con muchos de los principales músicos de la época. Entre sus conocidos se encontraban el Cuarteto de Cuerda de Budapest, el Cuarteto de Roma, la cantante Ilona Durigo, el barítono Hermann Schey, los violonchelistas Gregor Piatigorsky, Emanuel Feuermann y Gaspar Cassadó, y los directores de orquesta Hermann Abendroth, Peter Raabe y Hans Rosbaud.Entre sus amigos se encontraba el director de orquesta Otto Klemperer, primer Kapellmeister de la Ópera de Colonia. Su lista de obras incluye numerosas canciones para voz y piano (algunos ciclos fueron orquestados), música de cámara, conciertos solistas para piano y violonchelo, así como obras corales y orquestales. Estas obras abarcan estilos que van desde el romanticismo tardío hasta el modernismo temprano, y siguen siendo a menudo muy exigentes para los intérpretes.
Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, se prohibió actuar a los compositores judíos. Una vez más, la familia Herz se vio obligada a abandonar Alemania, dejando a Maria y a sus hijos apátridas durante un año. Colonia, su ciudad natal, se había vuelto inhóspita para los judíos, cubierta entonces de cruces gamadas y propaganda antisemita. Primero se aloja en Berlín y luego en Tréveris, donde una de sus hijas regenta un taller de cerámica. María llegó a Londres en febrero de 1935, pero regresó a Europa, esta vez a Suiza, para cambiar de domicilio. A lo largo de este periodo, no descansa y se desplaza entre París, Lyon, Suiza y Lyon. Al darse cuenta de que ésta era su única salida, regresó a Inglaterra con su hijo menor, Robert, donde vivió exiliada durante casi diez años. Sus otros tres hijos estaban dispersos por el mundo: en Suiza y en Estados Unidos. María y Robert encontraron refugio en Birmingham, la segunda ciudad más grande del Reino Unido en aquella época.
En el invierno de 1940, Maria se mudó a una casa en King's Norton, al sur de Birmingham. Allí permaneció hasta 1945, viviendo en el exilio bélico con su hijo. Allí escribió conferencias sobre compositores de diferentes países y épocas. En 1934, Maria Herz había producido unas 30 obras: obras orquestales y conciertos para solista, música de cámara y canciones para piano. Sin embargo, a partir de 1935 compuso muy poco. En su última obra, el Concierto para piano, flauta y cuerdas, adaptó formas barrocas. Maria nunca explicó por qué ésta fue su última composición, pero una cosa es segura: Maria Herz se llevó la partitura de este concierto al exilio y terminó la obra, antes de no volver a componer nada. Después de la guerra, emigró con su hijo para estar con sus hijas en Nueva York, donde murió el 22 de octubre de 1950, a los 72 años, tras una corta y grave enfermedad, y fue enterrada en Springfield, Nueva Jersey.
Sólo se publicaron en vida cinco canciones de Maria (1910, Stainer & Bell) y su arreglo de la Chacona de Bach para cuarteto de cuerda (1927, Simrock nº 774a, b); otras composiciones se conservan en manuscritos. Su patrimonio permaneció con sus descendientes en Estados Unidos, donde la mayor parte de su música yacía olvidada en cajones, hasta que su nieto Albert Herz lo trasladó a Zúrich (Suiza) en 1995 y lo donó a la Biblioteca Central de Zúrich. Desde octubre de 2015, el legado de Maria Herz ha pasado a formar parte permanente de las "Legacy Collections" del departamento de música de la Zentralbibliothek Zürich.
En los últimos años, la música de Maria Herz ha sido redescubierta y sus obras vuelven a interpretarse. Su última composición se estrenó 85 años después, en otoño de 2020 en Zúrich, donde vive hoy Albert Herz, nieto de Maria Herz. Sólo tenía cuatro años cuando vio a su abuela por primera y última vez en 1949, y se esfuerza por mantener vivas sus composiciones y su memoria para las generaciones futuras.