A principios de 1943, el Consejo de Judíos del gueto de Vilna anunció un concurso de música. La melodía ganadora fue la de un niño de once años llamado Alek Volkoviski, que asistía a la escuela de música del gueto y que ya había compuesto varias canciones, incluyendo la música para el poema de Avraham Sutzkever A nem ton dem ayzn. El joven ya era conocido por su notable talento como pianista.
Esta pieza particular -intitulada Shtiler, shtiler (“Tranquilo, tranquilo”) y cuya letra se agregó posteriormente, fue compuesta por el poeta del gueto Shmerke Kaczerginski y se convirtió en una de las canciones más amadas del gueto. La canción de cuna se estrenó en uno de los últimos conciertos organizados por el Consejo Judío, antes de la liquidación del gueto en 1943. Puesto que el clima estaba cada vez más tenso, tuvieron que cambiar la frase original "todos los caminos conducen a Ponar" por "todos los caminos conducen hacia allí ahora". A pesar de las modificaciones, el público entendía lo que implicaba y la canción se convirtió en un éxito.
Con la liquidación del gueto, Volkoviski y su madre fueron enviados a un campo de concentración y fueron dos de los pocos judíos de Vilna que sobrevivieron a la guerra. Después de la liberación, Volkoviski se mudó a Israel, donde se convirtió en un pianista profesional con el nombre de A. Tamir. Shtiler, shtiler es una canción popular y suele interpretarse con frecuencia; hoy en día suele cantarse en memoria de los judíos europeos asesinados.
Referencias
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