Karl Blessinger era un escritor y musicólogo prácticamente desconocido antes de 1933. Hizo su carrera por el ascenso de los nazis al poder. Lo que antes se podría haber descartado como reflexiones de un derechista extremo, con la formalización del antisemitismo de los nazis, se convirtió en una voz legítima. La reputación de Blessinger como uno de los musicólogos antisemitas más importantes del Tercer Reich se definió por su libro “Mendelssohn, Meyerbeer, Mahler: Tres capítulos del judaísmo en la música como la clave de la historia musical del siglo XIX” (1939). Junto con el célebre Lexikon der Juden in der Musik ("Diccionario de judíos en la música") de Herbert Gerigk, el libro de Blessinger fue reconocido como una importante pieza de la propaganda nazi. Fue tan exitoso que se reimprimió varias veces con el atrapante título “Judaísmo y Música: Una contribución a la cultura y a la política racial”. Eso le permitió a Blessinger convertirse en un conferencista público popular y así se ganó el respeto de altos funcionarios y conocidos musicólogos nazis. Sin embargo, con la derrota de la Alemania nazi, su período de fama terminó y se perdió en la oscuridad.
Se sabe poco sobre la vida de Blessinger antes del éxito de su libro. Obtuvo un doctorado en historia de la música en 1933 y escribió su disertación sobre la música del siglo XVII en la ciudad de Ulm. Se hizo conocido como conservador, incluso un pensador ultraconservador, pero dedicó su energía a revivir el interés alemán por la música, más que al antisemitismo. Durante los años 20’, publicó muchos panfletos y artículos donde condenaba el modernismo y la música moderna, mientras que apoyaba el creciente interés por la música medieval. Desarrolló teorías sobre la degeneración racial de los Estados Unidos e Inglaterra como centros de ‘música nueva’, en especial de atonalidad y jazz.
Blessinger se unió al Partido Nazi en 1932, apasionado por su anhelo de reformar la escena musical de Alemania. Sin embargo, recién después de publicar su libro en 1939 dejó una huella duradera. Su libro revela la paranoia nazi de una conspiración mundial del judaísmo. Se divide en tres secciones principales, cada una de las cuales está dedicada a uno de los tres grandes compositores judíos del título de su libro. Basado en la suposición de que la ‘infiltración’ judía en la música alemana fue un proceso sistemático logrado en tres fases distintas, el libro vincula cada fase con un compositor distinto. Según Blessinger, Mendelssohn representaba al judío asimilado peligroso; Meyerbeer, al judío empresario inescrupuloso; y Mahler, al judío oriental fanático.
Blessinger dirigió su libro al público en general, más que al experto en música, y permitió que el poder de su retórica emocional ocupara el centro del escenario. La falta de evidencia de sus alegatos, la ausencia de un índice y la abundancia de simples inexactitudes históricas no redujeron su público. En lugar de intentar parecer académico, su lenguaje era estridente y repetitivo:
En el interés de purgar la vida musical de Alemania de los vestigios del pensamiento de nuestros antecesores (un acto de purificación que se volvió muy necesario), debemos asegurarnos al menos de ver con claridad cuáles fueron los puntos esenciales que les permitieron a los judíos avanzar hasta el dominio musical y recalcarlos para que la Alemania musical pueda evitarlos en el futuro.
La carrera de Blessinger con los nazis no terminó con este libro. Fue uno de los asistentes de Herbert Gerigk, con quien reunía información para denunciar a los judíos y excluirlos del ámbito musical. Entre 1940 y 1944, delató a docenas de los denominados 'no arios' para que pudieran ser incluidos en el Diccionario de Gerigk.
Blessinger creyó en el Partido Nazi y en el ejército alemán hasta el fin de la guerra. En 1944, publicó la tercera edición de su libro, donde sostenía:
Que la pelea a favor o en contra de la degeneración en la música es un problema político eminente. Es más, es parte de una enorme lucha mundial en la cual nos encontramos ahora. Por esa razón, la lucha por la recuperación final de la música alemana va más allá del ámbito cultural artístico.
Referencias
Dümling, A., 2002. The Target of Racial Purity: The Degenerate Music Exhibition in Dusseldorf, 1938. In Art, culture, and media under the Third Reich, ed. Richard A Etlin. Chicago: University of Chicago Press.
Levi, E., 1994. Music in the Third Reich, London: Macmillan.
Potter, P., 1998. Most German of the Arts: Musicology and Society from the Weimar Republic to the end of Hitler's Reich, New Haven: Yale University Press.